Cayó sobre mi una oscuridad cuyo tejido se espesaba lentamente. Perdi en la memoria los contornos de los rostros que yo habia armado con recogimiento lloroso; tuve la noción de que mis dias estaban distanciados entre si por largos espacios de tiempo... y mis ojos se secaron para el llanto.
Entonces repeti las palabras que antes habian tenido un sentido pálido en mi experiencia.
- Sufrirás-, me decia- sufrirás... Sufrirás...Sufrirás...
-Sufrirás... Sufrirás...
-Sufrirás... - Y la palabra se me caia de los labios.
Así madure todo el invierno infernal....
R. Arlt.
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