martes, 25 de mayo de 2010

RESPUESTA

Hasta que me sirva la luz del monstruo.
Hasta que ilumine el plano certero,
va a continuar sombreado mi rostro
y mi corazón vacilante.
Solo hasta ese instante.
Hasta que cuando por los cuernos
al toro aplaste,
mi atención va a estar trastabillada
y muchas veces distante.
No te asustes entonces
si me ves entre la tierra y el pasto
rumiando pecados que saben a males.
Tampoco te aflijas si del vuelo verde
de palabras laxantes, se pronuncia mi nombre
y algún atenuante.
Porque siempre una beatriz
va a existir para un Dante,
y del pozo que acumula las dudas
podre salir airoso al valle,
mirar de lejos el floreado paisaje
adulador a mis pasos,
y de la mano de mi luz que equilibra
me ire a sonreir hasta el monte;
o quizas, hasta el fuego.


Fede Scollo. A Ñeca. 20-05-2010. CABA: Congreso